domingo, 29 de enero de 2012

Tú y yo, y que le jodan al mundo.

#BestFriends.

Mira hacia delante.


Normalmente crees que con el tiempo, hay cosas que vas apartando de tu memoria, y en efecto, puede que lo hagas, pero una parte de tu cerebro conserva esas sensaciones que tanto significaron para ti tiempo atrás. ¿Cuántas veces un olor característico o una canción especial, te han transportado hacía un momento que creías olvidado, y te lo ha hecho revivir como si lo estuvieses viviendo en ese instante? Cuando intentas olvidar algo que ha estado fuertemente agarrado a tu corazón, siempre habrá algo a tu alrededor que te haga recordarlo. Que haga que un escalofrío se te suba por el cuerpo, recorriendo tu espalda y erizando el vello de tus brazos. A veces incluso inundando tus ojos haciendo que derrames una lágrima, que no siempre tiene que ser de tristeza, sino de felicidad al recordar todos esos buenos momentos. Pero no lo olvides, no te preocupes por tu pasado, hay una razón para que no forme parte de tu presente.

sábado, 28 de enero de 2012

Es todo.


Es una sensación, increíble. Es sentir un cosquilleo en la tripa cada vez que piensas en él. Es confundirle con cualquier persona. Es que cuando pase cerca de ti se te acelere el pulso, y parezca que tu corazón va a salirse del pecho en un instante. Es verle de lejos y que tus piernas empiecen a temblar. Es estar buscándole con la mirada constantemente. Es girar la cabeza cuando él te mire. Es que sus defectos para ti sean cualidades. Es salir a la calle solo por verle. Es hacer lo que sea para estar cerca de él. Es relacionarlo con todo tu entorno, con toda tu vida. Es mirarle y quedarte con cara de tonta. O pensar en el y sonreír inconscientemente. Es, es quererle más que a nada. Es necesitarle, y darlo todo por él. Eso es. ¿Amor? Sí, lo suelen llamar así. Esa sensación...

viernes, 27 de enero de 2012

Él es mi chico perfecto.


Sé que no es el chico perfecto, ¿y qué? Para mí si que lo es. Es el único que me hace sonreír con solo mirarle. Es el único que cuando estoy a su lado mi corazón late cada vez más fuerte. Es la única persona en la que pienso desde que me despierto hasta que me acuesto y aún así pienso en él cuando sueño. Cuando me preguntan ¿qué te llevarías a una isla desierta? Yo respondo a él. Y es que me da igual lo que me digan yo le quiero y él es mi chico perfecto.

Mejor amiga.

Por favor, si alguna vez sientes que no eres nada, recuerda que eres jodidamente perfecta para mí. 

Miedo.

Me da miedo. Me da miedo seguir caminando, mirando hacia delante como si no pasara nada porque si que pasa, pasan muchas cosas a mi alrededor. Intento cerrar los ojos y olvidarme de todo y decir: "Ahora empiezo desde el principio, nadie podrá conmigo".

Te quiero.

Te quiero, ¿me entiendes? Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Podría repetirlo hasta que mis labios se sequen y las palabras dejen de tener sentido. Podría escribírtelo en ruso o en chino, al revés, con letras rojas o con tinta invisible. Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras. Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador, en el medio de un partido. Pero no me gustan los aviones ni los partidos, ni se hablar chino ni ruso, me dan miedo las agujas y nunca supe encontrar tinta invisible. Solo me queda decírtelo. Te quiero, ¿lo sabías?

viernes, 20 de enero de 2012

Síndrome del Príncipe Azul

Buscamos en una persona, lo que de alguna manera anhelamos encontrar en nosotros mismos. Idealizamos algo, algo a nuestra medida, algo que nos complete, algo que NO existe. Y así vamos por la vida, mirando alto, pensando e idealizando, perdiendo, ganando, negando y afirmando, queriendo una cosa pero haciendo lo opuesto. Pero tarde nos damos cuenta, que de eso se trata la vida, saber aceptar lo que no puede ser, y no es darse por vencido, si no, entender que no se puede cambiar las cosas. La desilusión pega más, y más fuerte a medida que vamos idealizando y dándonos cuenta, de que es una mentira, de que el príncipe azul no existe, y la princesa puede esperar tranquila con el zapato en la mano, que su príncipe no llegara. Y aunque lo neguemos, lo ocultemos y tratemos de evadir el dilema, todos tenemos algo de ese “Síndrome Del Príncipe Azul”.

sábado, 14 de enero de 2012

No sueñes tu vida, vive tu sueño.

Vamos a jugar a un juego: Levántate, ponte recto y levanta bien la cabeza, fija tu mirada en el horizonte y empieza a caminar, camina lentamente, disfruta de cada paso, pero no pares, eso es lo más importante, si te paras, pierdes. Cuanta mas seguridad tengas y más feliz seas, más puntos ganas, olvida los malos recuerdos, deja tu mente en blanco, abre tu corazón, piensa en el presente, en el hoy. Ni se te ocurra llorar con el pasado, porque por cada lágrima, retrocedes un paso. No aceleres repentinamente, o te saltarás casillas... y lo más esencial de todo: si das la vuelta, quedas eliminado.