sábado, 12 de mayo de 2012

Fragilidad.

Fragilidad, sí, eso es lo que siento cuando hace tanto tiempo que no te veo, siento que cada vez que pienso en el tiempo que hace que no te veo, recuerdo mejor tu sonrisa, tu mirada, y te echo más de menos, que quiero abrazarte, sí, aunque parezca imposible, quiero hacerlo, esta distancia que hay entre nosotros, en vez de hacer que me olvide de ti, hace que te quiera más y te eche más de menos, que te necesito, y ahora estoy demasiado frágil, te echo demasiado de menos, y que en cada lágrima que cae por mi cara, estás tú y está tu sonrisa, y en fin, están todos estos días que hace que no te veo. Fragilidad.


lunes, 7 de mayo de 2012

Moments.

Ese momento en el que solo una persona puede hacer que sonrías, ese momento de rabia en el que te das cuenta de que esa persona no entiende nada de lo que te pasa, ni tiene ni idea de que es la razón de todas tus lágrimas y la mayoría de tus sonrisas. Ese momento en el que intentas pensar como será tu futuro y lo ves todo negro, porque sabes que vivir sin él sería como vivir a oscuras, y tú no quieres eso, pero tampoco sabes que hacer para evitarlo.



martes, 1 de mayo de 2012

Impulsos de salir corriendo.

Ayer te vi otra vez, menos de 2 segundos, y sí, me enamoré un poquito más, no sé como lo haces la verdad, a ti no te vi el primero, eso es cierto, pero en cuanto te vi, los demás desaparecieron, me fui lo más rápido que pude para poder verte mejor desde otro sitio, y cuando me di la vuelta, ya no estabas, habías desaparecido, después, no me preguntes cómo, pero averigüe donde estabas, y no, no fui, pero porque si hubiera aparecido allí, habría parecido todo muy extraño, pero me quedé con ganas de quitarme el pijama, de ponerme una sudadera, unos vaqueros y unas deportivas, peinarme y salir corriendo, salir corriendo y entrar en ese sitio donde estabas, buscarte con la mirada, y al encontrarte, lanzarme a tus brazos para que me abrazaras y me dijeras con una sonrisa "ya estabas tardando en llegar" y me besaras, como en mis sueños. Y ahí en ese momento en el que se me ocurrió esa extraña idea, me di cuenta, me di cuenta de que todo eso en este mismo momento es imposible, que probablemente no sepas quién soy ni como me llamo, bueno, a lo mejor sí, eso no lo puedo saber. Espero que algún día esas repentinas ganas de salir corriendo para verte puedan calmarse con simplemente llamarte y que lo que me respondas a mi "tengo ganas de verte" sea "en cinco minutos estoy en tu portal, ve bajando" y así sería la persona más feliz del mundo. Para eso, tienes todo el poder en tus manos.